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  • Foto del escritorJONATHAN VARGAS

¿Contratos de 25 Años?

Actualizado: 5 may 2023


Un contrato a 25 años por un sistema fotovoltaico de un leasing o arrendamiento, no es una compra. Por ende, el sistema no es, ni será suyo al término del contrato. !Dios mío, 25 años es casi media vida y en ese tiempo pueden suceder tantas cosas! En el boom de los últimos 7-10 años hemos experimentado una caída de precios fenomenal, un progreso sin precedentes en la tecnología y acceso a baterías de litio a costos accesibles como muchos nunca imaginaron. !Imagínese cuánto progreso vamos a ver en los sistemas fotovoltaicos y en las baterías en los próximos 25 años! Ojo, si se amarra a un contrato de arrendamiento, queda preso por el término del contrato y después de firmar será tarde para ablandar habichuelas.


Según las últimas estadísticas que tenemos a la mano, en LUMA (utilidad eléctrica en Puerto Rico) están entrando al sistema de medición neta o generación distribuída más de 3,500 clientes todos los meses. Eso es maravilloso para energía renovable y el medio ambiente, pero lo CATASTRÓFICO es que cerca del 90% están firmando contratos de arrendamiento con compañías por el servicio, en vez de lograr lo mismo o más comprando su propio sistema y tener total control a una fracción del costo. !Sume, reste y multiplique! Si contrata a un pago fijo de $200 mensuales por 25 años, terminará pagando $60,000 por el sistema. !Con ese dinero se pueden instalar sistemas fotovoltaicos para por lo menos dos casas con 100% de reserva en baterías de litio! Cuidado, a la larga terminará pagando dos o tres veces por el sistema y en un futuro cercano puede cambiar su realidad. Siempre le van a decir que va a ahorrar en el pago mensual comparado con LUMA y que va a tener energía de reserva para los apagones, esa es la idea después de todo. Hasta le ofrecen estudio de carga e instalación gratis, bono al momento de la instalación y bla, bla, bla...

Estos contratos son muy extensos (algunos con más de 60 páginas) y hay que leerlos muy, pero que muy bien. No importa lo que le diga el vendedor (la mayoría con muy buenas intenciones), las palabras se las lleva el viento. A la larga y a la postre, lo que se sostiene es el acuerdo por escrito y hay muchas cláusulas muy comprometedoras que deben hacerle temblar el pulso a cualquiera antes de firmar, especialmente si no se ha educado primero y no sabe ni papa de lo que está leyendo o le están ofreciendo. Antes de continuar con algunos detalles importantes, le exhortamos a educarse en nuestros talleres de energía renovable ANTES de invertir o firmar alguno de estos contratos. Después de todo, la matrícula de un taller cuesta menos que un panel fotovoltaico y puede ayudarle a ahorrar miles de dólares e incontables dolores de cabeza a largo plazo.

No estamos diciendo que no debe firmar un contrato de leasing por un sistema fotovoltaico, sino que si finalmente decide hacerlo, debe tener mucho juicio. Luego de educarse, le recomendamos llevar el contrato a su abogado para justa evaluación ANTES de finalizar el acuerdo. En nuestros talleres de energía renovable hemos recibido a muchísimos participantes que han instalado un sistema fotovoltaico en sus residencias con este tipo de contrato que es un arrendamiento del sistema (NO ES SUYO) o un pago por el servicio.

25 años es mucho tiempo durante los cuales van a suceder muchas cosas. La cuestión es que los contratos son vinculantes e inalterables. Una vez firma, concede los términos aplicables a lo que está escrito y hay que atenerse a las consecuencias, sean buenas o sean malas.


Si hacen un buen diseño e instalación y todo sale bien en favor del cliente, este deja de pagarle a LUMA o a la utilidad eléctrica por la electricidad (excepto la tarifa mínima fija de $4 mensuales), para pagarle a la compañia dueña del sistema. Podríamos decir que esta compañía utiliza el techo de su casa para producir energía con el equipo del cual son dueños y se la vende a usted mismo, generalmente a un precio fijo por un término fijo de 25 años. ¡Imagine usted que una compañía de agua instale un sistema de recolección en su casa para utilizar la lluvia y luego le venda los galones de agua! Tal vez sea más costo-efectivo para usted, si tiene los recursos, que compre su propio sistema y almacene y purifique toda el agua que quiera de la lluvia. ¿No cree?


Se supone que la cantidad de energía producida por el sistema fotovoltaico sea igual o mayor a la que usted consume. Si por el contrario usted se excede del consumo de la energía producida o contratada, tendrá que pagarle la mensualidad por el sistema a esa compañía y la diferencia a la utilidad, en nuestro caso LUMA. Lamentablemente muchos de los participantes que han visitado nuestros talleres con contratos de leasing ya firmados, tienen el triste problema de pagar una mensualidad a la compañía de leasing y la diferencia mensual a LUMA. Entre ellos muchos terminan pagando más ahora de lo que pagaban antes de tener un sistema fotovoltaico y esa no es la idea, todo lo contrario. Le comparto este mensaje recibido de parte de un vendedor, para que vean de lo que estamos hablando, ocultando el nombre por razones éticas y de consideración.

¡Un sistema fotovoltaico es una gran inversión, de eso no hay duda alguna! Tan es así, que a pesar que estos contratos de leasing tienden a ser honerosos, en la mayoría de los casos el cliente ve un alivio en sus costos energéticos comparados con la factura de la utilidad actual. En realidad, vivimos en una tierra bendecida por Dios en el trópico y tenemos energía solar de sobra a nuestra disposición. A eso debemos sumarle el tiempo histórico de bajos costos en la tecnología para aprovecharla. Pero eso no significa que estos contratos sean la única o la mejor opción disponible.


La propaganda es muy poderosa, especialmente cuando se pagan billboards, anuncios de televisión o internet o promociones con personas reconocidas de la farándula o seguimos las recomendaciones de algún vecino o cuando se capitaliza de las necesidades para producir compras emocionales. No se deje llevar porque le ofrezcan seguro, garantías o mantenimiento. Al fin y al cabo el equipo no es de usted. Tampoco se deje llevar por el bono que le ofrecen o el regalo por la compra, ya que todo eso sale de su propio bolsillo. Estamos escribiendo esta publicación para que si no ha firmado alguno de estos contratos, SE EDUQUE BIEN ANTES DE HACERLO. Lea minusciosamente las letras pequeñas y hasta que no esté absolutamente seguro que es lo que quiere hacer, que se ajusta a sus necesidades presentes y futuras y a su conveniencia, NO FIRME.

Para no extendernos mucho en esta publicación, hay muchas rutas para lograr nuestros objetivos y disfrutar de independencia energética, no de un arrendamiento. Para tener medición neta no necesita firmar un contrato de leasing por un sistema fotovoltaico. Si mi opinión le es de consideración, jamás firmaría un contrato de leasing por un sistema fotovoltaico con nadie. Mejor lo compro aunque sea financiado por un banco o cooperativa y el retorno sobre la inversión es seguro. En otras palabras, no solo sale más económico ser dueño de mi sistema y producir mi propia energía, sino que generalmente puedo recobrar mi inversión en 10 años o menos y el resto del tiempo el sistema fotovoltaico (que es mío) me produce energía eléctrica de gratis según sus capacidades. ¡Y vienen cosas mejores de camino!


Esperamos que la nueva generación de baterías que viene pronto abarate el costo mucho más y todos puedan disfrutar de las maravillas de un sistema fotovoltaico.


Ing. Jonathan Vargas


¡Que Dios le conceda el privilegio de disfrutar de independencia energética!










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